¿CÓMO HE LLEGADO AQUÍ?

POR Rafael Redondo Gonzalez
20/11/2020

No sé si alguna vez te has hecho algunas de estas preguntas, ¿cómo he llegado a este lugar?, ¿cómo he llegado a este punto?, ¿en qué momento perdí el control?...

Me encantaría que volvieras por un momento la vista atrás, que regresaras a cuando eras niño, bueno mejor dicho adolescente y empezabas a plantearte la vida, empezabas a planear tu vida, a fijar esa meta en la que estaba tu trabajo ideal, tu pareja soñada, tu economía, tu familia, tu bienestar, tus hobbies…, regresa allí y cuando tengas todas esas respuestas vuelve al presente, regresa de nuevo a estas páginas.

Y ahora medita si esa vida que soñaste es la que estás viviendo en este momento. Si es así, perfecto enhorabuena porque estás viviendo tu vida en mayúsculas, pero si no es así en algún momento del camino, empezaste a desviarte de esa vida en mayúsculas que tenías planeada, y ahora estás viviendo una vida que tú, no has elegido.

Tranquilo, estás a tiempo de retomar el camino, no pienses que ya es tarde porque no lo es, aquí vas a encontrar las estrategias y la manera de volver a ese camino que conduce a tu vida con mayúsculas, esa que siempre has querido, pero antes déjame explicarte el porque nos ocurre esto, porque nos vamos desviando de nuestro objetivo, y me gustaría hacerlo con esta metáfora para que lo entiendas perfectamente, te lo voy a explicar con la fábula de la rana y la olla.

Imagínate que coges una olla, la llenas con agua y la pones al fuego, un fuego fuerte que la lleve a ebullición, cuando el agua está hirviendo sacas de una caja una rana y la metes en esa agua que no para de burbujear.

¿Qué crees que haría la rana? Efectivamente, la rana empezaría a saltar desesperada intentando salir de la olla, intentando salir de esa agua que la está matando.

Muy bien, ahora lo vamos a hacer de otra manera, cogemos la misma olla, la llenamos de la misma manera, y ahora metemos en este punto a la rana. Una vez que la rana está dentro, encendemos el fuego, pero en este caso no vamos a encender un fuego fuerte, vamos a poner un fuego muy débil, un fuego muy bajito que va a ir calentando el agua poco a poco.

¿Qué crees que haría la rana en este caso? Ahora la rana estaría en su medio, en el agua y estaría a gusto, no intentaría salir de la olla, sin embargo, la temperatura del agua va a ir subiendo poco a poco y la rana cada vez va a estar más confortable, adaptándose poco a poco a la nueva temperatura, hasta que llegue un momento en el que la temperatura sea tan alta que la rana sin prácticamente darse cuenta pierda la vida “achicharrada”.

Esto es justo lo que nos pasa a nosotros en la vida, en la vida nos van llegando acontecimientos, nos van llegando situaciones que no estaban planeados por nosotros, al principio nos chocan, pero después los vamos normalizando, sin darnos cuenta de que esas situaciones en el momento que las normalizamos nos están alejando de nuestra VIDA en mayúsculas que habíamos planeado.

Cuando tienes una idea muy clara de lo que quieres, no puedes dejarte influenciar por opiniones ajenas, por situaciones que tú no has buscado, por acontecimientos que has normalizado porque no dejan de sucederse.

Cuando normalizas algo, tu mente lo interioriza y ya lo ve como normal, déjame que te ponga un ejemplo, imagínate que tienes un perro, lo tienes desde cachorro y le enseñas a que no se suba a tu sillón, le estás enseñando algo con un objetivo en tu cabeza, educarlo, pero un día llegas del trabajo y te lo encuentras en ese sitio “prohibido”, y le regañas bajándolo del sillón.

A los dos días vuelves a encontrártelo de nuevo en el mismo sitio y le vuelves a bajar, pero al tercero piensas que vienes muy cansado y que ya le regañarás, dejándolo para más tarde.

Al siguiente día que te lo encuentres ya piensas que bueno que tampoco hace nada malo ahí arriba, tu mente ya ha interiorizado esa situación como normal, y cada vez que veas al perro en ese sitio “prohibido”, lo vas a ver como algo habitual.

Te has salido de tu objetivo principal, recuerda que era que ahí no se podía subir, y ahora posiblemente te haya quitado tu lugar favorito para ver la televisión.

Este es el principal motivo por el que nos salimos del camino, la sociedad, las prisas, el estrés nos conducen a ello, interiorizamos todas esas situaciones, aunque no estemos de acuerdo e impiden lograr la vida que nosotros habíamos elegido.